Bienvenidos, somos Eugenio Wolyniec  y Ester Rojas.

Estamos sirviendo entre las iglesias de España desde el año 2005.

 

 

 

 

 

 

 


Salmo 23
El Señor es mi pastor; nada me falta.
En verdes praderas me hace descansar.
A las aguas tranquilas me conduce.
Me da nuevas fuerzas.
Me lleva por caminos rectos,
haciendo honor a su Nombre.


Reflexiones


Mensajes sobre el libro de Primera Juan




Encuentros para Matrimonios





Mensajes sobre el libro de Santiago


¿Me toca orar o cantar?

 

Lograr el equilibrio personal, la armonía familiar o la estabilidad laboral, son las metas que anhelamos la mayoría de las personas. Pero esa estabilidad es transitoria, la logramos por un tiempo, para después embarcarnos en una nueva situación de inestabilidad. La carta de Santiago nos anima a orar a Dios en los tiempos inestables y a alabar a Dios en los tiempos agradables.

 



Mi sí es sí…

 

Cuando la afirmación de: “te doy mi palabra que lo haré”, no es suficiente y no nos cree nadie, apelamos a los juramentos. La carta de Santiago nos invita a recuperar la palabra dada, el compromiso asumido… el simple sí. Un sí que es sí, sin quitarle el acento (si) y que quede en un compromiso que dependerá de las circunstancias. Los que nos llamamos hijos de Dios, buscamos parecernos a Él, un ser que cumple Su Palabra; por ello, cuando digamos sí, que sea sí.

 



Tengo fe, tengo paciencia 

 

Es relativamente fácil orar y aguardar que la respuesta de Dios venga pronto; pero qué pasa cuando la espera se dilata por años. La carta de Santiago nos alienta a ser creyentes de "lluvias tempranas" y "lluvias tardías". La fe y la paciencia van de la mano, a tal punto de llegar a decir como Job: "Aunque Él me mate, en Él esperaré".



Sembrar el futuro

 

Las riquezas pueden llevarnos a "sembrar", en nuestras relaciones con los demás, de maneras incorrectas. Si perdemos el rumbo, en nuestros valores cristianos, por más que amontonemos, la polilla y el óxido se lo llevarán todo. Tenemos la posibilidad de "sembrar" bien en nuestra familia, trabajo, ministerio inspirados en las palabras de Jesús: "Donde esté vuestro tesoro, allí estará vuestro corazón".



Si Dios quiere 

 

Organizamos nuestra vida, de acuerdo a nuestro presente y pasado; del futuro no sabemos nada, tan solamente lo intuimos o deseamos. Por ello, al planificar lo que haremos dentro de unos días o para los próximos diez años, démosle a Dios el derecho de modificar nuestros planes. Cerremos todo proyecto, afirmando: Así se hará, “si Dios quiere”.

 



Pedir bien 

 

Hay formas de pedir que llegan al corazón de Dios. Son aquellas peticiones que no buscan satisfacer nuestras pasiones, sino el bien de los demás. Pedir a Dios, en oración, con buenas intenciones, hace que podamos alcanzar aquello que deseamos. 



Dos sabidurías

 

Por lo menos hay dos maneras de hacer cualquier cosa. Cuando nos abrimos a pensar que hay otra alternativa a la forma de encarar un asunto, permitimos que la sabiduría de Dios venga a nuestra vida. ¡No nos demos por vencimos, pidamos a Dios su punto de vista!



Frenando la lengua

 

A veces, decimos cosas que no deberíamos y nos libramos, fácilmente, rectificando. Pero cuando lo que decimos, rompe relaciones, anula voluntades, continuamente, deberíamos preguntarnos si necesitamos un “guarda” en nuestra boca.

 



Fe viva y fe muerta

 

La fe no es estática; hoy la tienes, pero puede ser que mañana, no. La fe viva es aquella que demuestra, a través de las acciones, lo que creemos. Depende de nosotros, mantener la frescura de nuestra fe.

 



Sin distinciones 

 

No nos gustan las distinciones, cuando éstas nos perjudican y, reclamamos, cuando vemos que nos tratan con parcialidad. Las apariencias engañan y, si nos mantenemos en esa línea impedimos que las personas puedan cambiar para mejor. ¡Intentemos tratar a las personas como lo hace Dios, sin distinciones.

 



Tiempo de oír y tiempo de hacer

 

Hay un tiempo para oír el mensaje de Dios y otro para ponerlo en práctica. Quien practica el mensaje que ha recibido de Dios, es una persona que se ha “re-ligado”. La palabra re-ligión significa “volver a ligar”. Cuando nos volvemos a ligar a Dios, recuperamos ese sentido de estar protegidos por Dios y eso nos permite preocuparnos por otros. Quien se preocupa por los otros, se ha “re-ligado” a Dios. ¿Lo has hecho tú?



Venciendo tentaciones 

 

El origen de nuestras tentaciones, no está fuera de nosotros sino en nuestros propios deseos. Echarle la culpa al diablo, no es nada sabio, sino que cada uno tiene la “llave” para abrir o cerrar, ceder o resistir. ¿Lo harás tú…?



Sabiduría para las pruebas

 

Las pruebas son situaciones difíciles en las que se espera que demostremos nuestra fe. Aquello que lo sabemos en la teoría, es necesario que ahora lo demostremos en nuestras acciones. Pero, muchas veces, no sabemos cómo hacerlo y necesitamos pedir sabiduría.



Gracias por tu visita..._______Gracias por tus oraciones..._______ Gracias por tus ánimos...______________